Fragmentos apócrifos

#114

Agarrar veinticinco verbos y conjugar lo que no has elegido. Pero es que nadie elige. Sólo creen que lo hacen.

#115

La vitalidad análoga el eco. Escucha abandonado pero su impulso no.
aprendiz

#116

¿Volver? Esa nunca fue mi casa. Soy un transeúnte sin destino. Volver sería como mendigarle amor, a un amor prohibido.
aprendiz

#117

Desordena el hábito de un hombre dormido.
Iván Romano

#118

Trastorna la pauta de un hombre inactivo.
Simbad

#119

Obedezca confidencialmente las ilusiones. Las puñaladas de las palabras lo inundarán.
Benítez

#120

Yo anhelo hacer coplas de ciego. Gracias a ellas, creo más en la condición de la autodisciplina que en los poemas corpóreos supremos.
Jonás Arteaga

#121

El hombre océanico reforzó el viento.

#122

Buscaré el mar lejano donde poder divisar la sombra del barco ebrio y me hartaré de sol, de flechas y de estrellas. Mis noches serán blancos invisibles hacia los cuales me aproximaré con paso lechoso, y con ansias de perderme de nuevo.
Ricard Ripoll

#123

Nunca enseñes a cantar a un cerdo. Se pierde el tiempo, y se molesta al cerdo.
Eva

#124

Desordena el hábito de un nombre dormido. Habitua el orden de un sueño nombrado
maxim

#125

Un libro flotante es una isla a la deriva, desde una isla flotante se lanza un libro en una botella de naúfrago, y la botella de naúfrago es un libro a la deriva.
maxim

#126

Llevamos una dicción de la vida del estar contiguo como si para saltarse y ensombrecer se precisara una cantidad atípicamente extraordinaria. Uno más hace aún más la discusión según la predisposición a acariciar la nariz de los acólitos de un escondido más fuerte que no se muere
maxim

#127

Stripteseó y se hundió y se despertó en la montaña nupcial.
guillermo tell

#132

Un livre qui flotte dans une flotte qui n´est pas le Lot, un livre qui gonfle et qui plonge et qui reflotte encore un libro que flota y reflota y vuelve a flotar un libro que fluye y refluye y que pecio será
samuel

#133

Teseo se hundió en la montaña umbilical para no despertar más.
Simbad

#134

Recibir verbos de 25 centavos para compartir la verdad de la brújula que no eligió. Precisamente uno arroja un chorro al escoger. Un disparo al sistema admite que los conservadores claros lo hacen.
Simbad

#135

El colegio recóndito de los fanatismos del mundo.
lo

#136

La verdad del asunto sólo puede ser abierta por el silencio del solitario
Seudo Wittgenstein

#137

La droga recta del protoplasma, sola en la cima pop, es liberada por el silencio del raro lejano.
El verdadero Wittgenstein

#138

La respuesta siempre la pospone la parte inmóvil.
la candidata

#140

Defectuosamente, el departamento congelado espera el inigualable recurso del otro. Decreta que no hay pasaje para ser un candidato.
Simbad

#141

A partir del momento en que sabemos que éste es un mundo flotante, sin estabilidad, doquiera que vayamos siempre tendremos la impresion de estar de viaje
Principe Kakuhro, muerto hacia 1153.

#142

Deje de manchar las ropas del cerdo académico. Malgastará lo roto, y el placer morirá fácilmente.
Jonás

#143

Fugaz importante ser lanzado al rehuida y para deslizarse con la gota ofensiva de su nombre. En la perspectiva diferente agregada es no rompe pan y que el lugar en picado. Mismo hindermost de la diferencia en la demanda espantada de movables continúa el secar más hace no venta de pauperismo nunca.
Rosangela Campoz

#144

Desafía el hábito de un nombre dormido.
Sir Paul McGear

#146

Rocas, torcazas y ramales, que al chocarse contra este cuerpo, aletearon mi angélica manía de reencontrar naturaleza en los actos. La brisa ululaba como estrellas tocando cuerdas, en dramática pose, allí, circunvalando alrededor de la hinchazón, tentándome a enterrar estos huesos intuitivos que de una fortuna, han quebrado su cartílago: Hacia dónde van las aves mancas, me pregunto.
Pau III Jonez

#147

El vidrio fácil de la mano, pies de agua. Soy perro de caza crepuscular entre nosotros tres.
David Tario

#148

El interrogatorio del juego es el problema constante.
Cachita 2006

#149

La botella accesible, los silbidos de rodillas débiles de agua. Soy la salida del sol dura, en la casa canina de nosotros tres.
Simbad

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