Fragmentos apócrifos

#186

La respuesta siempre da vueltas en el mismo lugar, invariable

#187

Soy inacapaz de escupir los versos que oprimen mi garganta, pese a la influencia de todo lo influenciable que en mi vida reside, o quizás, a causa de ello.
o.valvos

#188

este man de guillo. todo lo sabe y nada lo ve.
diego

#189

alrededor de una expresión de otra persona. la vida, hacerla un recurso decisivo. el único pliegue de la lengua son los paseantes.
diego

#191

La pregunta nunca la propone la parte inmóvil.
Lidia

#192

¿Nuestra concepción de la libertad deja mucho que desear?
oXigeN

#193

¿Estamos desesperados porque Dios nos dejó fuera del susto?

#194

Túnel de viento atávico. Ya fue.
Miguel

#196

Un nombre despierto impide ordenar el azar de su vida
adamaqfala

#197

Despojada de su voz, la noche no es siempre el mismo oscuro sendero, es un decurso, un filtro, tal vez, del vacío.
Raúl Vázquez Espinosa

#198

V. seduce con su cuerpo, mas no dice nada de ella, sólo se contonea en toda su holgura, mansa, como una niña que se regodea de sí misma.
Raúl Vázquez Espinosa

#202

Por mantener su camisa en el desgobierno, por mantener su camisa en la delincuencia, por tener paciencia la mala conducta, inmensa, yo, obligación ocupa amplio el asidero engañoso más indica la boca. Tomó fuera de acta mi riña e hizo con intransigente historia entera querida.

#203

Caminante del cielo, mano del mago
jorges

#204

Las ramas que nacen del estuario son una reproducción incorrecta una de otra.
Eduardo V

#205

El excursionista del puño de la troposfera, el tramoyista del genio
Anaximandro

#206

El lavaplatos, transeúnte de la limitación del soplo y tramoyista del don
Anaximandro II

#208

Puedes acaso, ver tu vida antes del inicio de la misma? Y si lo lograras, que es lo que harias?.
Thanatos

#210

Cuando alguien subvierte la vida a través de un estigma, y aquel que comete sacrilegio sabe que el otro ha engañado porque deseó que lo volvieran a tomar. Herejía es el otro. Criatura pudorosa perdida e impersonal, que pierde la vida a través de un conjuro. Entonces no importa quién habla, quién ha muerto, quién vive y quién escucha. Lo importante es que están intentando darle detrás a la vida con un encanto, y que la fuerza que se alega bien se jura dentro. Con la voz cierran y abren aquella fuerte caja que se va a desligar.
XXXIV

#211

¿Para qué volver? Si nunca estuve, si no pertenecí. No era mi origen sino un sitio de paso. Volver sería querer calentar el infierno.
XXXIV

#212

La realidad es una resonancia. El placer de la extinción prevalece pero perfecciona la opción superficial.
Cesa el arroyo con gusto a sal

#213

¿Hay alguna manera de que nuestro silencio resuene como martillazos? ¿Hay alguna forma de sumarle uno al infinito? Nunca, nunca la palabra, sino linderos a la palabra.

#214

Deidades producidas en masa; así de modificación es la prosa.

#216

Inesperadamente olvidar, en la lejanía quedarse sin recuerdos. Estos son los recursos de los locos, de los apóstatas, que llenan los estantes de las bibliotecas con sus descaros.

#217

La clase gobernante que es de cemento, grava y hormigón no sabe ni entiende de las cosas que son propias de la tierra. A esta nada se le pide, nada se le demanda, tan sólo que cumpla a su propósito: Ser sustento de los que sobre ella andan.
?

#218

La mente apegada al cuerpo separado desaparece, se vuelve espíritu que tira del otro. Restos enteros de historia en llamas son el nombre. Amas y odias, con un mismo sentimiento, al otrora presente que ya se volvió fantasma.
?

#219

Dónde está en mostrador de concurso a la etapa un aún más de la bestia brutal y de trozo nuevo rechazó el centro y resiste Al grito opaco del agua. El drama del lavaplatos especulador válido un gusano.

#222

Oh seres inmundos que tratan de olvidar su descendencia simia, pero su arrechez es más fuerte que su supuesta racionalidad patética, en la que ponen sus esperanzas de superioridad.
Alfonso

#223

Recién llegados a una Guayaquil sumergida, ellos, los inmigrantes del desierto, por llegar antes que nosotros, tenian dominio sobre la ciudad perdida, todo el dinero ahorrado, producto del comercio, que guardaban en los bancos internacionales, y cuando la ciudad sumergida requeria de dinero para salir de la miseria, ellos, los banqueros, hijos de los inmigrantes del desierto, asaltaron al Estado con la complicidad del Presidente Yamil sin que les importe la masa humana del suburbio, que cada día se anegaba en los esteros. Entonces entendí la otra cara del imigrante, y lo que más duele es que ellos, imigrantes libaneses de tercera generación, caminan por la Quinta Avenida campantes y esperando volver, porque, según ellos, se sienten perjudicados por el Estado Ecuatoriano, el unico que puede salvar a la ciudad sumergida.
Ernesto Arias Deidan

#224

Deseo encontrar la muerte joven anclada frente a mi ventana susurrando vientos mejores en brisas veraniegas
Jorge Luis Cáceres

#228

Huir la vida hacía la pasión de mi juventud, para llegar en silencio al corazón de la noche fría.

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