1.¿Quién se oculta
detrás de Caytran Dölphin, ese misterioso autor que desapareció luego de
publicar una sola obra, Estuario, un libro mítico y fragmentario
que en la actualidad es inhallable?
En la novela El libro flotante de Caytran
Dölphin el protagonista, Iván Romano, nos cuenta la historia
de aquel autor citando algunos de los fragmentos de Estuario e interpretando lo que él supone que representan los fragmentos
para Caytran Dölphin y las historias que ocultan.
(Leer el primer capítulo de la novela)
Romano posee un ejemplar de Estuario y no quiere darlo a conocer. Como Estuario no es un libro accesible en su versión
original, y los fragmentos elegidos por Romano no implican
la totalidad del libro, nada impide que aparezcan más
fragmentos apócrifos (pregunta 4). De los fragmentos seleccionados, 56 han sido
comentados por Romano. Otros fragmentos han sido incluidos sin
comentario en el capítulo sexto y final de la novela. Estos
fragmentos publicados en El libro flotante de Caytran Dölphin son el territorio inalterable de Romano. Pero en esta web todo eso se puede cambiar.
2. ¿Son auténticos los fragmentos
de Estuario que se citan en la novela?
No lo sabemos. Por lo tanto, ¿es fiable lo que dice Iván Romano?
¿Por
qué quiere dar su interpretación evitando que aparezcan
nuevas interpretaciones o comentarios?
3. ¿Es que sólo
puede haber una versión de una historia?
Precisamente por eso se ha creado esta web: para
seguir el mismo procedimiento de Iván Romano y para que los
lectonautas puedan aportar sus propios fragmentos de un libro que queda abierto para que cada versión
apócrifa pueda considerarse parte de ese libro. Un estuario, a fin de cuentas, es una entrada en tierra firme de un
mar que se ramifica en distintos canales que fluyen en dos direcciones:
pleamar y bajamar. Al final, aunque separados, todos los estuarios están
conectados entre sí, y todos forman parte del mismo mar narrativo.
Es decir, los vacíos ficcionales siempre pueden llenarse y continuarse.
Porque en el mar de la historias, y sus lecturas y comentarios, estas
nunca tienen fin. ¿Lograremos así
que Iván Romano se decida a revelarnos íntegramente el único ejemplar que
dice poseer? Probablemente.
4. ¿Qué es un apócrifo?
Un texto apócrifo es un texto fabuloso,
supuesto o fingido. Es un texto que no ha sido incluido dentro de los
textos reconocidos como incuestionables o canónicos. Es un texto
abierto. Esta web da la oportunidad de incluir y crear
nuevos fragmentos de Estuario. Se pueden escribir
y reescribir los textos de un libro desaparecido. Permite, además,
que el lectonauta dé su propia versión sobre lo que se cuenta. Y, sobre todo, que cuente su propia historia.
5. ¿Cómo hacerlo?
Para empezar, podemos leer los fragmentos
que comenta Iván Romano en El libro flotante de Caytran Dölphin,
siguiendo el link señalado por este asterisco blanco,
También se pueden revisar los fragmentos sin comentar que se incluyen al final de la novela, en el link señalado por este asterisco rojo.
Finalmente, se pueden leer los nuevos fragmentos apócrifos
que los lectonautas de esta web han ido creando. Para ello, se puede
seguir el link del asterisco verde.
6. ¿Cómo crear nuevos fragmentos?
Se pueden crear fragmentos absolutamente nuevos escribiéndolos en un espacio asignado siguiendo este link. O también se los puede crear de la misma
manera que procedió Caytran Dölphin que, en algunos casos,
reescribe citas y versos de otros autores. Por ejemplo, uno de los fragmentos
de Estuario dice:
Una escalera cada vez más vestida
pero desposeída de un poder de expulsión: la vigilia
Este fragmento es una inversión de un verso
del poeta René Char:
Una escalera cada vez más desnuda,
investida de un poder de extracción único: el sueño
Caytran Dölphin ha seguido el procedimiento
de reescritura del poeta Lautréamont. Un verso de Lautréamont
dice:
Yo escribo mis pensamientos en orden
Y el original proviene de uno de los pensamientos
de Pascal, donde dice:
Yo escribo mis pensamientos sin orden
De igual manera, el lectonauta también
podrá reescribir los fragmentos asequibles de Estuario a través de tres tipos de distorsión, con posibilidad de ser combinables entre sí.
1. Distorsión por substitución: En el fragmento a distorsionar se puede elegir la palabra a substituir. El ordenador le devolverá otra palabra aproximadamente perteneciente al mismo campo semántico.
2. Distorsión completa: Se pueden distorsionar todas las palabras del fragmento a la vez, oprimiendo el botón "Distorsión completa".
3. Distorsión por edición: Se puede editar libremente el texto del fragmento en un campo de edición asignado para tal fin.
A la derecha de cada fragmento
hay un link de comentarios. Los lectonautas, al igual que Iván Romano, podrán hacer su comentario sobre cada fragmento, tanto los publicados como los que vayan apareciendo en esta web. De manera que la historia contada en El
libro flotante de Caytran Dölphin puede variar en muchos de
sus aspectos.
7. ¿Puede el lectonauta registrarse como
autor?
Con cada distorsión o creación nueva
se puede registrar el e-mail y el nombre o seudónimo del lectonauta,
si es que éste lo quiere así. También puede permanecer
anónimo. A cada nuevo fragmento se le asignará un número y será
publicado en la web una vez que sea aprobado por el webmaster de esta
página. Se recomienda que el lectonauta recuerde el número adjudicado a su creación para consultarlo posteriormente por el sistema de búsqueda, o bien por nombre o seudónimo, o una palabra de su fragmento.
8. ¿A dónde nos llevará esto?
A un proceso de creación colectiva donde
el lector es un participante activo.
A mostrar que una vez que se abre un mundo de ficción ya nada
puede detenerlo y que está en un continuo proceso de expansión.
A preparar una futura publicación que recopile todos los fragmentos escritos en esta web y que pasarán a ser la versión asequible de Estuario.
A que Iván Romano sepa que no tiene el control de la interpretación
de un libro mientras éste no sea asequible para el resto.
Y quizá nos lleve a saber quién es Caytran Dölphin
y dónde está, porque sigue desaparecido. Como ocurre con Estuario, cualquier dato sobre él es posible. Así
también hay una sección donde se pueden colocar pistas
de su paradero en cualquier lugar del mundo donde
se lo haya visto por última vez.
Esta es la idea de lo flotante: aquello
que está suspendido, en vez de estar fijo. Esa es la condición
flotante de toda ficción: abrir mundos posibles e inagotables.
Esta historia, como todas las historias,
no tiene fin.
¡Bienvenido a este viaje por una ficción
progresiva!